Es lo que tiene los medios de transporte de la época. Esta mañana, tras la Boda y seguramente por los nervios de la misma. Los caballos que transportaban a Isabel y Pedro de Azagra han realizado unos movimientos inesperados, y los novios han caído al suelo. Solo ha sido el susto. Tras una revisión por galenos, hechiceros, curanderos y médicos del siglo XXI se ha descartado cualquier inconveniente para los recién casados. O sea, todos tranquilos y acallensé otros rumores
