Como la culminación de un despropósito. Así ha calificado el Consejero de Presidencia del Gobierno aragonés, Vicente Guillén, la nueva situación del Hospital de Teruel, tras la anulación de la licitación de las obras de construcción del mismo.
Ha reiterado el compromiso del Gobierno aragonés y ha estimado la paralización que va a conllevar esta anulación en unos cuatro o seis meses, con lo que en el primer trimestre de 2016 podría realizarse la puesta de la primera piedra de dicha infraestructura. Así lo ha manifestado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno celebrado hoy en Zaragoza
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