Dos semanas, dos largas y calurosas semanas de julio han pasado ya desde el fin de nuestras fiestas vaquilleras. La ciudad simula haber vuelto a su vida normal, el calor aprieta, y la limpieza en numerosas zonas deslumbra como nunca… pero por su ausencia.
Es vergonzoso que en quince días nuestro Querido Ayuntamiento no haya tenido tiempo o puesto medios suficientes para solventar el hedor, lo pegajoso, y la basura, por no hablar de los vidrios.
La Plaza San Miguel por ejemplo aledaña a la muralla… donde la porquería, los residuos, e incluso las piedras de la calzada siguen tiradas por ahí a su antojo, ofreciendo morada sin igual a insectos de todos los colores que causan hedores y molestias a todos los que allí residen o circulan.
Los jardines de la Escalinata, la cuesta del instituto, la zona azul, las aceras de la margen del río del Óvalo… Por nombrar algunas zonas, aunque de sobras es sabido que hay muchas más a lo largo y ancho de todo nuestro Teruel, no solamente en la zona centro. Y desde aquí instaría a los lectores a que hagan públicas sus quejas y fotografías, a ver si el consistorio deja de hacer oídos sordos y ojos ciegos al problema.
Qué curioso… para posar ante los objetivos con pañuelicos y actos institucionales se está más raudo… Debe ser que el grueso de los habitantes de esta villa no merecemos tanto interés o premura o atención. O tal vez desconocimiento.
Querido Ayuntamiento, si lees estas amables líneas, actúa. Comprueba las quejas, limpia. Que no sólo tu plaza goce de unos adoquines relucientes.
La población creo suponer lo agradecerá. Más vale tarde que nunca… y tarde ya es hace días.
Némesis