Si algo tienen de nuevo estas elecciones es sin lugar a dudas el fenómeno ya conocido como ¨15 M¨. Este movimiento, acontecimiento sociológico, o como finalmente los expertos quieran catalogar, ha llenado las páginas, físicas o virtuales, de todos los noticiarios, ha constituido el tema central de conversación de la inmensa mayoría de los ciudadanos y ha conseguido, como decía un periodista, que la jornada de reflexión lo haya sido esta vez también para los políticos.
La importancia de su correcto análisis es indudable, y hasta el momento se han oído multitud de explicaciones, muy distintas según su procedencia, y como es lógico esperar la mayoría de ellas resultarán erróneas.
Los partidos políticos se han lanzado masivamente a una ¨caza de brujas ¨ tratando de determinar cuál de sus adversarios ha apoyado, promovido ó al menos ha colaborado en el desarrollo de este fenómeno y cuáles son los objetivos que persiguen, pero en mi opinión, si no nos esforzamos todos por averiguar que hay realmente detrás de esta importante respuesta y apoyo por parte de los jóvenes y otros muchos no tan jóvenes, seremos como esas personas que cuando alguien les señala la luna, solo miran su dedo.
En mi opinión el apoyo masivo de los jóvenes está más que justificado. Están más preparados de lo que han estado nunca y sin embargo, desde el punto de vista laboral, se sienten, y no sin razón, totalmente marginados. A cambio ven impotentes como los encargados de dirigir el país, en casi todos sus estamentos, son personas mucho menos preparados, cuyos méritos se circunscriben al ámbito de los partidos, incapaces muchas veces de comprender sus problemas y mucho menos de darles solución. Comprueban a diario como resulta más fácil conseguir una ocupación cuando se tienen vinculaciones con partidos o sindicatos. Se sienten manipulados, cuando se toman decisiones en base a unos votos dados cada cuatro años y que se parecen mucho a cheques en blanco que cada vez son más reacios a firmar. Les resulta incomprensible que en un mundo en el que las nuevas tecnologías ponen en contacto a las personas de forma inmediata y dan un acceso casi ilimitado a la información, nadie se tome la molestia de utilizarlas para pulsar su opinión con respecto a los temas importantes que les afectan directamente y no se escucha su opinión en la búsqueda de un futuro sostenible para todos.
Si dejamos que pase más tiempo sin escucharlos y atender sus demandas, además de perder un tiempo y potencial humano preciosos, estaremos abriendo una brecha que puede finalmente resultar muy difícil de salvar.
